¡Buenas chicxs!
En mi entrada anterior os he hablado sobre el dolómetro y los factores que influyen en el dolor que sufrimos a la hora de tatuarnos, pero me parece interesante publicar otro post sobre las zonas más dolorosas. Pues bien, empecemos el recorrido.
- Tobillos y pies: en esta zona casi no hay grasa para proteger los nervios y el roce de la aguja allí se vuelve considerablemente desagradable. Todas las personas que conozco que se han tatuado en los pies, sobretodo el empeine, me han contado lo doloroso que fue.
- Ojos: aunque hay muy pocas personas que se han animado a tatuarse los ojos, sí son muchísimos los nervios que hay en esta zona. Una de las tendencias que se está poniendo de moda es el maquillaje permanente en ojos, cejas y labios. Unas zonas sensibles y dolorosas.
- Genitales: son el peor lugar para tatuarse, si lo que te preocupa es el dolor. Una de las funciones más importantes de esta parte del cuerpo es la de producir placer y para que esto suceda, hay allí muchísimos nervios que si son estimulados de la manera incorrecta (como clavándole repetidamente una aguja) producirá mucho dolor.
- Costillas y caja torácica: uno de los lugares más dolorosos para tatuarse, especialmente los hombres. La zona de las costillas tiene capaz de piel muy delgadas y por ende, las terminaciones nerviosas allí son más vulnerables que en muchas otras partes del cuerpo.
- Cabeza: no hay quien se haya tatuado la cabeza y pueda afirmar que no sintió dolor. Se trata de una zona sumamente sensible y repleta de huesos, siendo de los lugares más dolorosos para hacerse un tatuaje.
Me ha llamado la atención que, buscando información, he leído que los hombres por lo general suelen sentir más dolor que las mujeres. Digamos que nosotras estamos más preparadas para soportar el dolor (por el tema del parto y las menstruaciones) y, además, los chicos acumulan menos grasa, lo cual es un punto negativo en relación con el dolor a la hora de tatuarse.
¡Un saludo!
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